Como dice Fito Páez, es “sólo una cuestión de actitud”. Si nos remitimos al significado de esta palabra, encontraremos que es “una postura del cuerpo humano, especialmente cuando expresa algo con EFICACIA” ó “una disposición de ánimo de algún modo manifestada”, de lo cual desprendemos que la ACTITUD se proyecta a través del cuerpo y de los sentimientos. Por lo tanto no es un don extraordinario que poseen ciertos individuos sino la predisposición de todos los seres humanos de ejecutar conductas de manera EFICIENTE como reacción por un sentimiento o situación.
Observemos que de una u otra forma, siempre llegamos al término EFICIENCIA / EFICACIA. En el mundo actual donde el éxito en cada área de la vida, es casi una obligación, el FACTOR ACTITUD es lo que nos llevará a lograrlo.
Consideremos la definición de actitud como: predisposición APRENDIDA para responder de modo favorable o desfavorable a un objeto o clase de objeto. Pues bien, si las actitudes están constituidas por las “creencias”, la valoración y la tendencia a actuar, se pueden llegar a modificar a través de un proceso de aprendizaje o cambio de manera de pensar.
El único desafío de esta vida, no es conseguir lo que deseamos, sino seguir desando lo que conseguimos.
El éxito personal es la combinación del éxito exterior, el que tenemos en el mundo, y el interior, la satisfacción personal. Tener éxito no significa sentirse bien o estar satisfecho con la vida, significa tener confianza en que se puede obtener todo lo que se quiere y sentirse motivado para hacerlo. Para alcanzar el éxito se debe tener una actitud positiva, que se logra con algunos pequeños cambios en la forma de pensar, sentir o actuar. Cuando se logra una actitud de éxito en la vida, ésta deja de ser una lucha y lo que antes era difícil, resulta sencillo. Los problemas continúan, pero uno es capaz de resolverlos.
Es preciso aprender a convertir los sentimientos negativos en positivos y las experiencias desagradables en lecciones aprendidas. Aprender a hacerse cargo de uno mismo, es un proceso mental. Uno es responsable de lo que piensa y no es fácil cambiar el modo de pensar, pero hay que tomar la decisión. Tenemos la libertad de escoger la felicidad. Somos libres de elegir entre una actitud autorrealizante, en vez de una autoderrotante. Podemos elegir entre actitudes autofrustrantes o actitudes sanas y constructivas.
De nuestra elección dependerá que las experiencias de nuestra vida sean estimulantes y positivas o no.
“ES SOLO UNA CUESTIÓN DE ACTITUD, NO TENER NADA Y TENERLO TODO"
Observemos que de una u otra forma, siempre llegamos al término EFICIENCIA / EFICACIA. En el mundo actual donde el éxito en cada área de la vida, es casi una obligación, el FACTOR ACTITUD es lo que nos llevará a lograrlo.
Consideremos la definición de actitud como: predisposición APRENDIDA para responder de modo favorable o desfavorable a un objeto o clase de objeto. Pues bien, si las actitudes están constituidas por las “creencias”, la valoración y la tendencia a actuar, se pueden llegar a modificar a través de un proceso de aprendizaje o cambio de manera de pensar.
El único desafío de esta vida, no es conseguir lo que deseamos, sino seguir desando lo que conseguimos.
El éxito personal es la combinación del éxito exterior, el que tenemos en el mundo, y el interior, la satisfacción personal. Tener éxito no significa sentirse bien o estar satisfecho con la vida, significa tener confianza en que se puede obtener todo lo que se quiere y sentirse motivado para hacerlo. Para alcanzar el éxito se debe tener una actitud positiva, que se logra con algunos pequeños cambios en la forma de pensar, sentir o actuar. Cuando se logra una actitud de éxito en la vida, ésta deja de ser una lucha y lo que antes era difícil, resulta sencillo. Los problemas continúan, pero uno es capaz de resolverlos.
Es preciso aprender a convertir los sentimientos negativos en positivos y las experiencias desagradables en lecciones aprendidas. Aprender a hacerse cargo de uno mismo, es un proceso mental. Uno es responsable de lo que piensa y no es fácil cambiar el modo de pensar, pero hay que tomar la decisión. Tenemos la libertad de escoger la felicidad. Somos libres de elegir entre una actitud autorrealizante, en vez de una autoderrotante. Podemos elegir entre actitudes autofrustrantes o actitudes sanas y constructivas.
De nuestra elección dependerá que las experiencias de nuestra vida sean estimulantes y positivas o no.
“ES SOLO UNA CUESTIÓN DE ACTITUD, NO TENER NADA Y TENERLO TODO"